Judas Priest: Steel Defenders Of The Turbo Vengeance (1980-1989) 1

Judas Priest: We will never retreat (1980-1989)

Por Sergio Pescador

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El documento en vivo en Japón, añadido a la seguridad en sí mismos adquiridos en la década previa, debido a su dinámica labor compositiva, derroche de recursos en directo y un sonido difícil de clasificar, les ganan, al lado deAlice Cooper  The Stooges o The Who (todos ellos exponentes diversos de desafío musical) el respeto de los vulgares y malolientes punks, además de ser reverenciados por una creciente ola de músicos hambrientos, como Saxon, Raven o Iron Maiden unidos bajo la insignia del NWOBHM, desarrollarán junto a Priest el metal en la década que inicia. Aquel que declara que en esta década se creó la peor música, no sabe de que se trata el heavy metal.

El quinteto entrega su primer Lp perfecto de los ochentas. 

 1980. British Steel.

Tan moderno e influyente como (Black Sabbath) Heaven and Hell, abriendo con "Rapid Fire", aporta el combustible para (Yngwie Malmsteen) Rising Force, el verdadero metal no necesita de introducción, tan dura y eficaz como ser atado y ocupar tu cabeza como ariete para derribar una fortaleza amurallada, continúa con "Metal Gods", cuyo sonido inicial rememora el sonido del motor de las pesadas deidades del título, un ritmo lento que asemeja el lento paso de los kaiju, monstruos gigantescos del Japón, el outro son sus descomunales voces.

 "Breaking The Law" tiene su primer video promocional propiamente: en tres minutos, explica la forma recomendada de romper la ley, con air guitar y un buen rato con los amigos, un corte sin mancha como Can't live without you (The Scorpions); "Grinder", un ritmo nada dócil, a su lento calmado deja claro que no siempre velocidad es poder, pues se arrastra cual la inmensa crisálida que dará a luz a Mothra,, otro mas de los iconicos adversarios del saurio radioactivo mas importante del orbe, su ritmo es lento y arrasador,

 "United" es otro cántico listo para ser interpretado en los estadios deportivos, todos los inadaptados e inconformes nos unimos bajo el velo de Priest, con la confianza de que "You don't have to be old to be wise" nos demuestra que, a pesar de que muchos fanáticos mayores del metal (y prácticamente de cualquier otro género) desprecian a las generaciones más novatas, debido al celo de su juventud ya concluida: grave error, eres adolescente una sola vez, pero puedes aprender mientras sigas vivo.

 "Living after Midnight" es un medio tiempo perfecto para el intercambio vocal entre audiencia y banda, los conciertos de metal están hechos para la noche, los amigos y un buen rato,

Proseguimos con "The Rage", una palabra, que un novato bajista Peter "Peavey" Wagner, aún traza en los márgenes de sus cuadernos del colegio, hasta antes de esta canción podrías jurar que Priest no tiene músico a las cuatro cuerdas, aquí el ritmo lo define ese instrumento para cerrar con "Steeler", el segundo ser de este Lp, debió llamarse "British Steeler" y sirva como aclaratoria de que, antes de Def Leppard, y después de The Who, todos los seguidores del metal somos Acereros Británicos honorarios.

 Recuerda a... Dave Holland.(1948-2018)

El baterista debuta en este Lp, añadiendo un toque casi jazzistico, pero muy poderoso, permanecerá toda la década. 

 1981. Point Of Entry.

En argot de los surfistas, tú debes atrapar la ola, la inmensa popularidad del Lp anterior provoca que, para seguir tocando en directo, lancen un apresurado y tibio Lp: visualízalo como la mediocre y apurada secuela a la película megaexitosa, debió llamarse "Pointless" (sin sentido), es un desastre sin coherencia. Salió con dos portadas, una fea y la otra aborrecible.

 La apertura con "Heading out to the Highway", con un ritmo apropiado para domar a la carretera, "Don't go" debió llamarse "Don't play this crap", una canción hueca, después llega, "Hot Rockin'", recordándonos que a partir de esa década, ir a un gimnasio, era como ir a un bar, el video promocional debió tener un cameo de Menudo y una advertencia de que si entras a este centro de acondicionamiento físico, libre de mujeres, bajo ninguna circunstancia recojas el jabón. "You say yes", nada memorable y gris, confirma la teoría anterior, yo digo, mejor me retiro de aquí.

 "Turning Circles" es una correcta pero inofensiva pieza, esos círculos probablemente representen la falta de inspiración que denota este Lp, continúa "Desert Plains", por mucho, lo mejor aquí grabado, sin doble bombo, ni voces agudas, una limpia y concreta joya.

"Sharpshooter", debería ser un francotirador experto y resulta  un Stormtrooper imperial pues no atina a ningún blanco, acaba con "Solar Angels", rescatable pues también tiene cualidades redentoras, un buen intento en un fallido y lamentable tropiezo. 

 Conoce a... Ian Hill.

Un bajista correcto, igual que Cliff Williams, John Myung o Joey Vera, su función en la banda jamás es robar cámara. Cuatro décadas después sigue marcando el paso en una de las mejores secciones rítmicas.

Prosigue al llamado de la venganza.